Pensando en el tronco y su melancólico
lazo plateado rodeándole.
El día en una mirada, se acomoda frágil
y las palabras cuelgan de tu pecho.
El aire en virtuoso gesto escéptico nos cuenta
de su nosológico estado.
Nosotros adheridos al caminar de nuestros
leves pies, seguimos drenando esta dulce baba
hacia el accidentado lago

cayendo tangente al tiempo.