miércoles

El despertar entre dos paredes
no brinda mayor descanso que
su llegada resplandeciente,
cargando voraces intenciones
de volcar en movimientos
cada una de las palabras.
Esa mirada provoca
seguir el brillo de unas manos que
limpian el pensamiento.
Y permiten de espaldas escuchar el
ofrecimiento de un paseo por el
disgregado tiempo, en la calma asesina
de vivos labios y ruidosos cabellos.
Que traen consigo el aire calmo de una mañana.
Y así, iluminar con su respiración
la sombra de los sentidos.
Dando paso a una naciente idea
de compartir más que pisos.
Más que solo la realidad rodeada de esperas.

2 comentarios:

The Dowager dijo...

.


Esto lo leí en algún otro lado pero me abstengo de comentar sobre lo que no entiendo del todo.



.



Disculpará mi estupidez.


.

Dulce Magnolia dijo...

resulta como estar perdido en medio de un frasco de aceitunas
y
cuando a veces no podemos ver eso que esta delante nuestro


se extrañan cietras sensaciones..



y le deseo suerte
y un ardiente

beso.

 
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